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URGE RESPETAR LAS LEYES,
Y DEJAR ATRÁS LAS TRAMPAS

El ombligo de Venus
Edith González Fuentes
22 de febrero de 2007

Como ciudadanos comunes -que no corrientes los que no participamos profesionalmente en política, los que nos ganamos diariamente el pan con el sudor de la frente éramos testigos del silencio de los servidores públicos que habían ejercido el cargo de presidentes de la República.

Esta ley no escrita cambió; lo cual nos ha permitido conocer decisiones y acciones que antes sólo imaginábamos o que quedaban al libre albedrío de la interpretación.

Primero, en 2005, el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado reconoció públicamente que el Frente Democrático Nacional fue el triunfador en las elecciones presidenciables de 1988. En ese entonces el gobierno organizaba y fiscalizaba las elecciones, era juez y parte.

Ahora, con el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la organización y calificación de las elecciones, Vicente Fox Quesada declara en Estados Unidos que él influyó en el proceso electoral del año pasado, para que su candidato a la Presidencia de la República triunfara. Tenemos varios días con los analistas opinando sobre este desatino; que si esas declaraciones hicieron daño o no. Un destacado editorialista le llama idiota -en sentido aristotélico- sinónimo de egoísta: un ciudadano irresponsable.

En este caso es complejo determinar la cantidad de mexicanos que cambiaron su intención de voto debido a su ilegal intervención.

Lo fundamental es el abuso que hizo del poder que le confirió el pueblo por mandato en las elecciones de 2000.

En ambos casos, una considerable parte del pueblo mexicano no estuvo de acuerdo con los resultados electorales, intuyó el engaño y salió a la calle a manifestarlo. También, en ambos casos, esa parte del pueblo de México, agraviado, se condujo en paz, sin violencia; fueron conductas ejemplares.

Importante es cambiar el marco jurídico para organizar elecciones y evitar que se repita ese tipo de casos. Pero urgente y prioritario es que respetemos las leyes que nos damos, que abandonemos la actitud de encontrar las lagunas a las disposiciones legales para imponer nuestra voluntad, para ganar de manera tramposa.

Cabe la posibilidad de que un día amanezcamos con sorpresas desagradables producto de la suma de agravios, de impunidades, de abusos del poder.

Estamos a tiempo para realizar los cambios legales, institucionales y de acti tud para hacer de México un gran país.

No prosigamos en el engaño. Se aprueba la ley para dar acceso a las mujeres a una vida sin violencia. Se gastan miles de pesos en anuncios para dar a conocer los beneficios de ésta y en el colmo de los colmos, la ley tendrá que sufrir modificaciones para que esté en la posibilidad de entrar en vigor.

El gobernador de Coahuila afirma que el titular del Poder Ejecutivo pasado le pidió encarcelar a personas inocentes en el caso de Pasta de Conchos, para encubrir las responsabilidades de funcionarios de la Secretaría del Trabajo.

¿Ese es el valor que se le da a la vida de los trabajadores mineros? Setenta y cinco mil pesos por muerto, 100 mil por sobreviviente, familias desamparadas... divididas. Insisto ¿ese es el valor que se le da a la vida de los trabajadores mineros?

Los mexicanos estamos desperdiciando nuestras potencialidades de trabajo, de inventiva, por falta de proyecto, por falta de rumbo. Ojalá y la Ley para la Reforma del Estado tenga éxito y sea la primera piedra para despegar en la construcción del México que anhelamos, con libertad, rumbo, justicia y equidad.

Un leve parpadeo: ¿Por qué dejaron crecer La Fortaleza? ¿Quiénes omitieron sus responsabilidades en el caso de La Fortaleza?

El Universal (22 de Febrero de 2007)
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